Así comienza una "pequeña" historia, "grande" en corazón, mi primer cuento escrito e ilustrado, ¡no puedo estar más contenta!
Lo que empezó siendo una ilustración espontánea nacida del primer día de confinamiento, y que me ayudaba a sobrellevar mejor esa situación
mientras más la dibujaba... sin pretenderlo, ha acabado hilando desde el corazón un cuento hacia las personas, sobre los valores, sensaciones,
esperanzas, y la gestión de las emociones vividas.
“La niña en la botella”, és un cuento que ha nacido sin pretenderlo desde el interior, desde nuestro interior.
“La niña en la botella”, ha ido creciendo conmigo, a medida que pasaban los días, ya no sabía si ella aprendía de mí o yo más de ella...
Sensaciones de encierro vividas en el confinamiento, emociones que se canalizaron inconscientemente a través de la creatividad (primero en
ilustraciones acompañadas de texto) donde se empezó a gestar desde el primer día esa niña encerrada en una botella.
“La niña en la boterra”, que a veces está triste, que llora, que es feliz, que de repente se enfadada, o se cansa y se aburre, que está contenta,
o se enfurece con facilidad, que también sueña, recuerda y añora... en realidad todos nos hemos podido sentir así.
Cuando imaginas algo, que ni sabes si se hará realidad y que al final surge sin buscar, y nace de esta manera tan bonita. Para mi es una pequeña
historia no sólo para niños y niñas, también para adultos, porque todos nos podemos sentir identificados en esta experiencia.
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